El trasplante de células madre en
general se considera la única opción curativa para los pacientes con síndrome
mielodisplásico (MDS), y puede ser la opción de tratamiento para pacientes más
jóvenes cuando un donante compatible está disponible. Éste es el tratamiento
recomendado para casi todos los niños. Para los pacientes de mayor edad, el
método de bajas o altas dosis puede ser usado. En cualquiera de estas opciones,
parece ser mejor esperar hasta que la enfermedad sea avanzada antes de realizar
un trasplante de células madre.
Cuando el trasplante de células madre
no es una opción, el MDS no se considera curable. En ese caso, el objetivo es
aliviar los síntomas y evitar las complicaciones y los efectos secundarios del
tratamiento. Los pacientes con bajos recuentos sanguíneos y pocos síntomas
pueden estar bajo observación minuciosa sin tratamiento por un tiempo. Si los
bajos recuentos sanguíneos están causando problemas, puede que sea útil la
atención de apoyo que incluya tratamientos como transfusiones, factores de
crecimiento de células sanguíneas, y posiblemente andrógenos.
Si una persona tiene el MDS tipo 5q-,
entonces se utiliza a menudo la lenalidomida (Revlimid) como tratamiento
inicial. Si este medicamento no ayuda, a menudo el tratamiento con azacitidina
(Vidaza) o decitabina (Dacogen) es la próxima opción.
A menudo, el tratamiento con
azacitidina o decitabina es la primera opción para los pacientes con MDS sin el
problema de cromosoma 5q-. El medicamento azacitidina se puede inyectar debajo
de la piel, a menudo por 7 días consecutivos cada mes. La dosis estándar de
decitabina consiste en inyectarla en una vena (IV) cada 8 horas por 3 días cada
6 meses. Debido a que esto significa que el paciente tiene que permanecer en el
hospital para recibir tratamiento, los estudios fueron realizados para
determinar si el medicamento aún funcionaría si se administra en un horario
diferente. Una opción que parece funcionar bien consiste en administrar
diariamente el medicamento por vena durante 5 días cada 4 semanas. Esto permite
que se pueda administrar en una clínica para pacientes ambulatorios. El
principal efecto secundario de estos medicamentos es una disminución temprana
en los recuentos de células sanguíneas que se presenta cuando se administra la
mayoría de los medicamentos de quimioterapia. Si el medicamento es útil, los
recuentos sanguíneos mejorarán a niveles superiores a los vistos antes de que
se comenzara el tratamiento.
Un beneficio mayor en los pacientes
que reciben azacitidina o decitabina consiste en que necesitan menos
transfusiones y tienen una mejor calidad de vida. En particular, si ellos
responden, presentan menos cansancio y pueden funcionar con mayor normalidad.
Finalmente, estos medicamentos pueden aumentar el período de vida en algunos
pacientes.
Otros medicamentos, como los
mencionados anteriormente, han ayudado a algunos pacientes. Pudiera valer la
pena participar de un estudio clínico o recibir estos agentes fuera de un
estudio clínico, si no hay alguno disponible.
Es muy importante el cuidado médico
general y tomar medidas para prevenir y tratar las infecciones. Los pacientes
deben considerar la participación en estudios clínicos de nuevos tratamientos.
La quimioterapia convencional es una
opción para algunos pacientes con síndrome mielodisplásico en etapa avanzada,
tal como aquellos cuyas puntuaciones pronosticas sean de alto riesgo o más
(discutido en la sección sobre clasificación por etapas), o aquellos cuyos
síndromes mielodisplásicos parece se están convirtiendo en leucemia aguda.
Desafortunadamente, este tratamiento es demasiado tóxico para pacientes de edad
avanzada o que presentan muchos otros problemas de salud, y en estos pacientes
puede acortar sus vidas. No obstante, para los pacientes jóvenes y saludables,
el tratamiento es similar al empleado para la leucemia mieloide aguda.
Terapia de apoyo para los síndromes
mielodisplásicos
Para muchos pacientes con síndromes
mielodisplásicos (MDS), el objetivo principal del tratamiento es prevenir los
problemas causados por los bajos recuentos de células sanguíneas. Por ejemplo,
los niveles bajos de glóbulos rojos (anemia) pueden causar cansancio intenso.
Los pacientes con síndromes mielodisplásicos y anemia a menudo se benefician al
recibir transfusiones de glóbulos rojos si la eritropoyetina no los está
ayudando.
A algunas personas les preocupa que haya un leve
riesgo de propagación de infecciones (hepatitis o HIV) a través de las
trasfusiones de sangre, pero esto es muy poco probable que ocurra, y los
beneficios de las células transfundidas superan en gran manera este riesgo.
Las transfusiones de sangre pueden causar demasiada
acumulación de hierro en el organismo. Este hierro adicional se puede depositar
en el hígado y el corazón, lo que afecta la función de estos órganos. Por lo
general, la acumulación de hierro sólo se presenta en personas que reciben
muchas transfusiones por un periodo de años. Los medicamentos llamados agentes
quelantes (sustancias que se ligan al metal para que el organismo
pueda eliminarlo) puede usarse en pacientes que desarrollan exceso de hierro
debido a las transfusiones.
El medicamento más comúnmente utilizado es la
desferoxamina. Este medicamento ayuda a tratar y prevenir el exceso de hierro.
Se administra por vía intravenosa o en forma de inyección debajo de la piel.
Esto puede resultar inconveniente debido a que la inyección tiene que
administrarse lentamente (durante varias horas) cinco a siete veces durante la
semana. En algunos pacientes, el tratamiento continúa por años.
El deferasirox (Exjade®) es un
medicamento reciente que se administra por boca una vez al día para tratar el
exceso de hierro. Se ha estado usando más para pacientes con ciertas anemias
congénitas (como talasemia), pero también puede ayudar a algunos pacientes con
MDS. Los pacientes con una función renal deficiente no deben tomar este
medicamento.
Los pacientes con MDS que presentan problemas de
sangrado por la disminución de los niveles de plaquetas pueden beneficiarse con
las transfusiones de plaquetas.
Para más información sobre transfusiones, lea
nuestro documento Blood Transfusion and Donation.
Los pacientes con niveles bajos de glóbulos blancos
son muy susceptibles a las infecciones. Deben tener especial cuidado de evitar
las cortadas y los raspones o atenderlos sin demora. Deben informarle de
inmediato a sus médicos acerca de cualquier signo de fiebre, neumonía (tos,
dificultad para respirar) o infección urinaria (ardor al orinar). Los médicos
tratarán las infecciones conocidas o sospechadas con antibióticos. En caso de
infecciones graves, también se puede usar un factor de crecimiento de glóbulos
blancos. Este medicamento puede ayudar a aumentar el recuento de glóbulos
blancos para combatir la infección. Para obtener más información sobre las
infecciones y cómo reducir su riesgo, lea nuestro documento Infections in People with Cancer.
Factores de crecimiento para el síndrome
mielodisplásico
Los factores de crecimiento hematopoyético son
sustancias semejantes a las hormonas que estimulan a la médula ósea para que
produzca células sanguíneas. El organismo produce naturalmente estas sustancias,
aunque los científicos han encontrado un método para producirlos fuera del
organismo en grandes cantidades. Esto les permite a los pacientes recibir estos
factores en dosis mayores que las que podría producir su propio cuerpo.
Las disminuciones de los niveles de células
sanguíneas causa la mayoría de los síntomas en las personas con síndromes
mielodisplásicos (MDS), y el uso de factores de crecimiento puede ayudar a que
los recuentos sanguíneos sean más normales. Los factores de crecimiento factor
estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF, Neupogen®,
o filgrastim) y factor estimulante de colonias de granulocitos y
macrófagos (GM-CSF, Leukine® o sargramostim) pueden
mejorar la producción de glóbulos blancos. Estos factores pueden beneficiar a
algunos pacientes con síndromes mielodisplásicos cuyo problema principal es la
disminución de los glóbulos blancos y que presentan infecciones frecuentes. El
pegfilgrastim (Neulasta®) es una forma de G-CSF de acción prolongada
que funciona de la misma manera, pero que se puede administrar con menos
frecuencia.
La eritropoyetina (Epo® o
Procrit®), un factor de crecimiento que promueve la producción de
glóbulos rojos, puede ayudar a evitar las transfusiones de glóbulos rojos en
algunos pacientes. Administrar a algunos pacientes la eritropoyetina y G-CSF
mejora la respuesta a la eritropoyetina. La darbepoyetina alfa (Aranesp®)
es una forma de acción prolongada de eritropoyetina que funciona de la misma
manera, pero que fue diseñada para ser administrada con menos frecuencia.
Un medicamento llamado oprelvekin (Neumega®,
interleukin-11 o IL-11) puede ser usado para estimular la producción de
plaquetas después de la quimioterapia. También puede ser usado contra algunas
otras enfermedades. Este medicamento puede ayudar por un tiempo a aumentar los
recuentos de plaquetas de algunos pacientes con MDS, aunque luego los recuentos
vuelven a bajar. Para la mayoría de los pacientes con MDS, este medicamento no
es muy útil.
Actualmente hay más estudios en progreso para
encontrar la mejor manera de predecir qué pacientes se beneficiarían de los
factores de crecimiento y determinar la mejor combinación de factores de
crecimiento entre sí y con otros tratamientos como quimioterapia u hormonas.
Los factores de crecimiento en general se administran por inyección subcutánea
(por debajo de la piel). Las inyecciones subcutáneas las puede aplicar el
profesional de la salud que atiende su caso o usted o sus familiares pueden
aprender a hacerlo.
Los andrógenos u hormonas
masculinas, pueden estimular la producción de células sanguíneas que haya
disminuido a causa de ciertas enfermedades. Los andrógenos pueden ayudar a
algunas personas con MDS, pero la mayoría no obtiene mejoría. Si las opciones
disponibles después del tratamiento no son apropiadas para el paciente, algunos
médicos recomiendan intentar los andrógenos. Sin embargo, estas hormonas pueden
tener efectos secundarios como problemas del hígado o calambres musculares. En
las mujeres, los andrógenos pueden causar características masculinas, como
aumento del vello facial y corporal y aumento de deseo sexual.
Quimioterapia para los síndromes
mielodisplásicos
La quimioterapia (quimio) es el uso de medicamentos
para tratar una enfermedad como el cáncer. Los medicamentos se pueden ingerir
en forma de pastillas o se pueden inyectar con una aguja en la vena o el
músculo. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y llegan a la mayoría
de las áreas del cuerpo, y se consideran tratamiento sistémico. Este tipo de
tratamiento es útil para enfermedades como el síndrome mielodisplásico (MDS)
que no están localizadas en una parte del cuerpo. El propósito de la quimioterapia
es eliminar las células madre anormales y permitir el crecimiento de nuevas
células normales.
Quimioterapia convencional
Debido a que el MDS puede convertirse en leucemia
mieloide aguda (AML), es posible que los pacientes con MDS reciban el mismo tratamiento
que los pacientes con AML. El medicamento de quimioterapia citarabina (ara-C)
es el que se administra con más frecuencia para MDS. Se puede administrar por
sí solo en una baja dosis, la cual puede ayudar a controlar la enfermedad,
aunque a menudo no provoca que entre en remisión. Este tratamiento también se
usa en pacientes de edad más avanzada que padecen AML.
Otra opción consiste en administrar la misma
quimioterapia que se emplea en pacientes más jóvenes que padecen AML. Esto
significa administrar citarabina a una mayor dosis junto con otros medicamentos
de quimioterapia. Esto se emplea con más frecuencia en MDS avanzados (como
anemia refractaria con exceso de blastos). Para el tratamiento de MDS, los
medicamentos de quimioterapia que más frecuentemente se combinan con citarabina
son:
- Idarubicina
- Topotecán
- Fludarabina.
Los pacientes tratados con una mayor dosis de
tratamiento son más propensos a entrar en remisión, aunque presentan efectos
secundarios más graves. Estos pueden causar la muerte. A pesar de esto, este
tratamiento puede ser una opción para algunos pacientes con MDS avanzado.
Al usar citarabina por sí sola en una baja dosis,
la probabilidad de efectos secundarios graves (incluyendo la muerte) es menor.
Los medicamentos de quimioterapia pueden causar
muchos efectos secundarios. Los efectos secundarios dependen del tipo y dosis
de los medicamentos administrados, así como de la duración del tiempo que se
administran. Entre los efectos secundarios comunes se encuentran:
- Pérdida
del cabello
- Úlceras
en la boca
- Pérdida
de apetito
- Náusea
y vómito
- Bajos
recuentos sanguíneos.
A menudo, la quimioterapia disminuye la producción
de sangre, lo que conduce a bajos recuentos sanguíneos. Los pacientes de MDS ya
tienen bajos recuentos sanguíneos, lo que a menudo incluso se empeora por un
tiempo antes de que tengan mejoría. Los bajos recuentos en el nivel de glóbulos
blancos pueden causar un mayor riesgo de infecciones graves. Cuando el recuento
de plaquetas baja, los pacientes presentan problemas con moretones
(magulladuras) que surgen fácilmente y pueden ocurrir sangrados graves,
incluyendo hemorragias en el cerebro o los intestinos. Los bajos recuentos de
glóbulos rojos (o anemia) pueden causar cansancio y dificultad para respirar.
En personas con problemas cardíacos, la anemia grave puede causar un ataque al
corazón.
A veces, cuando los recuentos de glóbulos blancos
están muy bajos, puede que los pacientes necesiten tomar medidas para disminuir
su riesgo de infección, tal como evitar la exposición a muchas personas
(multitudes) y ser particularmente cuidadosos con el lavado de sus manos.
Algunos pacientes necesitan tomar antibióticos, los cuales se pueden
administrar antes de que aparezcan los signos de infección o ante el primer
signo de que pudiera estarse originando una. Para obtener más información sobre
las infecciones y las maneras en que puede protegerse de ellas, lea nuestro
documento Infections in People With Cancer.
Mientras los niveles de plaquetas están bajos, el
paciente puede recibir transfusiones de plaquetas como medida para prevenir o
tratar el sangrado. En forma similar, la disminución de los niveles de glóbulos
rojos se puede tratar con transfusiones de estas células o con factores de
crecimiento, tal como eritropoyetina (discutido más adelante) para aumentar los
recuentos de glóbulos rojos. Para más información sobre transfusiones, lea
nuestro documento Blood Transfusion and Donation.
La mayoría de estos efectos secundarios son
temporales y desaparecerán una vez concluido el tratamiento. Su equipo de
atención médica también puede sugerirle algunas maneras para disminuir los
efectos secundarios. Por ejemplo, se pueden suministrar otros medicamentos
junto con la quimioterapia para prevenir o reducir la náusea y el vómito.
Los medicamentos de quimioterapia también pueden
afectar a otros órganos como los riñones, el hígado, los testículos, los
ovarios, el cerebro, el corazón y los pulmones. Por ejemplo, medicamentos como
la idarubicina pueden causar daño al corazón y, por lo tanto, a menudo no se
administran a pacientes que ya presenten problemas cardiacos. La citarabina
puede afectar el cerebro y causar problemas con el equilibrio, somnolencia y
confusión. Esto es más común cuando se administran dosis más altas de este
medicamento. Si se producen efectos secundarios graves, es posible que se
tengan que reducir o interrumpir los tratamientos de quimioterapia, al menos
temporalmente.
La supervisión minuciosa y el ajuste de las dosis
de los medicamentos son importantes debido a que algunos efectos secundarios
pueden ser permanentes.
Nuestro documento titulado Quimioterapia: una guía para los pacientes y sus familias provee
más información sobre la quimioterapia y sus efectos secundarios.
Agentes hipometilantes
En realidad, estos medicamentos son una forma de
quimioterapia que afecta la manera que los genes son controlados. En caso de
MDS, estos medicamentos ayudan al reducir los genes que promueven el
crecimiento de las células. Además, destruyen las células que se dividen
rápidamente. Ejemplos de este tipo de medicamento incluye azacitidina (Vidaza®)
y decitabina (Dacogen®). En algunos pacientes con MDS, estos
medicamentos mejoran los recuentos sanguíneos, reducen la probabilidad de
padecer leucemia e incluso prolongan la vida. Puede que los recuentos de
glóbulos rojos mejoren lo suficiente como para suspender las transfusiones.
Estos medicamentos causan algunos de los mismos
efectos secundarios que la quimioterapia regular, aunque estos efectos
secundarios usualmente son leves. Éstos incluyen:
- Náuseas,
vómitos
- Diarrea
o estreñimiento
- Cansancio
y debilidad
- Bajos
recuentos sanguíneos (con más frecuencia glóbulos blancos o plaquetas).
Tratamientos inmunitarios
Medicamentos para la modulación inmune: Los medicamentos talidomida y lenalidomida(Revlimid®)
pertenecen a la clase de fármacos conocidos como medicamentos inmunomodulantes
(o IMiDs). La talidomida se usó primero en el tratamiento de MDS. Este
medicamento ayudó a algunos pacientes, pero muchas personas dejaron de usarlo
debido a los efectos secundarios La lenalidomida es un medicamento más reciente
asociado con la talidomida que causa menos efectos secundarios. Parece
funcionar bien con MDS de bajo grado, y elimina la necesidad de transfusiones
en alrededor de la mitad de los pacientes tratados. El medicamento parece
funcionar de la mejor manera en las personas cuyas células de MDS carecen de
una parte del cromosoma número 5 (llamado del(5q) o 5q-), y está aprobado por
la FDA para tratar estos pacientes. También puede ayudar a los pacientes con
MDS que no presentan este cromosoma anormal.
Los efectos secundarios incluyen:
- Disminución
de recuentos sanguíneos (con más frecuencia glóbulos blancos y plaquetas)
- Diarrea
o estreñimiento
- Cansancio
y debilidad.
Ambos medicamentos también puede aumentar el riesgo
de graves coágulos sanguíneos que comienzan en las venas de las piernas
(llamada trombosis venosa profunda o DVT). Parte de una DVT puede desprenderse
y trasladarse hasta los pulmones (embolia pulmonar), donde puede causar
problemas para respirar o incluso la muerte. Muchos expertos creen que los
pacientes que reciben este medicamento también deben recibir alguna clase de
tratamiento para prevenir los coágulos sanguíneos.
Cuando la talidomida estuvo disponible por primera
vez en los años ’60, causaba graves defectos de nacimiento si se administraba a
mujeres embarazadas. Esto ocasionó que el medicamento fuera retirado del
mercado por muchos años. Actualmente, sólo está disponible a través de un
programa especial de una compañía farmacéutica. La lenalidomida no ha mostrado
que cause defectos de nacimiento, pero la preocupación sobre este riesgo
también ha limitado la disponibilidad de este medicamento. También está
disponible a través de un programa de la compañía que lo produce.
Inmunosupresión: los medicamentos que suprimen el sistema
inmunológico pueden ayudar a algunos pacientes con MDS. Con más frecuencia,
estos medicamentos se usan en pacientes con anemia aplásica, una afección en
donde el sistema inmunológico ataca la médula ósea, lo que ocasiona bajos
recuentos sanguíneos. En el MDS, estos medicamentos son más útiles en pacientes
con números más bajos de células en la médula ósea (médula ósea hipocelular).
Un medicamento llamado globulina
antitimocito (ATG) ha ayudado a algunas personas, usualmente más
jóvenes, con MDS. El medicamento es un anticuerpo que actúa contra un tipo de
glóbulo blanco llamada linfocito-T. Los linfocitos-T ayudan a controlar las
reacciones inmunes. En algunos pacientes con MDS, los linfocitos-T interfieren
con la producción normal de células sanguíneas. La ATG se administra como
infusión a través de una vena. Se tiene que administrar en un hospital, ya que
algunas veces puede causar graves reacciones alérgicas, lo que ocasiona baja
presión arterial y problemas para respirar.
Otro medicamento que funciona al suprimir el
sistema inmunológico se llama ciclosporina. Se usó primero para
bloquear las respuestas inmunes en las personas que se han sometido a
trasplantes de órganos o de médula ósea, aunque ha ayudado a algunos pacientes
con MDS. Los efectos secundarios de la ciclosporina incluyen pérdida de apetito
y daño renal.
Trasplante de células madre para el síndrome
mielodisplásico
El único tratamiento que puede curar el síndrome
mielodisplásico (MDS) es el trasplante de células madre. En este tratamiento,
el paciente recibe altas dosis de quimioterapia y/o irradiación corporal total
para destruir las células en la médula ósea (incluyendo las células anormales
de la médula ósea). Luego el paciente recibe células madre nuevas y sanas
productoras de sangre. Existen dos tipos principales de trasplantes de células
madre: el alotrasplante (alogénico) y el autotrasplante (autólogo).
En el autotrasplante de células madre, después de
destruir la médula ósea, el paciente recibe nuevamente sus propias células
madre. Este tipo de trasplante no es un tratamiento convencional para pacientes
con MDS, ya que sus médulas óseas contienen células madre anormales.
Para un alotrasplante de células madre, el paciente
recibe células madre productoras de sangre de otra persona (un donante). Los
mejores resultados del tratamiento se presentan cuando las células del donante
son muy compatibles al tipo de célula del paciente y el donante es un familiar
cercano, como un hermano o una hermana. Con menos frecuencia, el donante es
compatible con el paciente, pero no es un familiar.
El alotrasplante de células madre puede ocasionar
graves, incluso fatales, efectos secundarios por lo que rara vez se utiliza en
pacientes de edad muy avanzada. Debido a estos efectos secundarios, algunos
médicos administran este tratamiento sólo a personas menores de cierta edad.
Un tipo especial de alotrasplante, llamado alotrasplante
de células madre no mieloablativo, pudiera ser una opción para los
pacientes de mayor edad. Algunas veces, a este tipo de trasplante se le llama
un minitrasplante o un mini-alo. Para esta clase
de trasplante, las dosis de quimioterapia y/o radiación que se administran son
más bajas que las usadas para un alotrasplante convencional. Estas dosis no son
lo suficientemente altas como para destruir todas las células de la médula
ósea, pero son suficientes para permitir que las células del donante tomen
control y crezcan en la médula ósea. Las dosis más bajas de quimioterapia y/o
radiación causan menos efectos secundarios, lo que hace a este tipo de
trasplante uno más fácil de tolerar para pacientes de más edad. Aun así,
algunos efectos secundarios graves persisten.
Last Medical Review: March
11, 2014 Last
Revised: July 20, 2015
La información médica de la La Sociedad Americana
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