Si los signos y los síntomas sugieren que usted
puede tener un síndrome mielodisplásico, los médicos necesitarán examinar las
células de su sangre y médula ósea para confirmar este diagnóstico.
Recuentos y exámenes de las células sanguíneas
El recuento sanguíneo completo (complete blood
count, CBC) es una prueba que mide las diferentes células en la sangre, tal
como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. El CBC
frecuentemente se hace con un recuento diferencial, que es la
cuenta de los diferentes tipos de glóbulos blancos en la muestra de sangre. En
un frotis de sangre, se coloca una pequeña cantidad de sangre
en un portaobjetos para analizar las células con un microscopio.
Los pacientes con MDS a menudo presentan pocos
glóbulos rojos. Además, pueden presentar una escasez de glóbulos blancos y
plaquetas. Los pacientes con RAEB (anemia refractaria con exceso de blastos)
pueden tener una pequeña cantidad de mieloblastos en su sangre. Los blastos son
células muy primitivas que las células madre de la médula ósea producen y que sólo
se encuentran normalmente en la médula ósea. Cuando los blastos están presentes
en la sangre, esto siempre es anormal, y a menudo es signo de problemas con la
médula ósea. Las células sanguíneas de los pacientes con síndromes
mielodisplásicos también pueden exhibir ciertas anomalías en su tamaño, forma u
otras características que pueden ser reconocidas al examinarlas con un
microscopio.
Las anomalías pueden sugerir un síndrome
mielodisplásico, pero el médico no puede establecer un diagnóstico exacto sin antes
examinar una muestra de las células de la médula ósea.
Otros análisis de sangre
El médico también puede ordenar pruebas para
verificar otras posibles causas de los bajos recuentos sanguíneos, tal como
bajos niveles de vitamina B12 y folato.
Pruebas de médula ósea
Las muestras de médula ósea se obtienen por
aspiración y biopsia, dos pruebas que generalmente se hacen al mismo tiempo.
Generalmente se toma la muestra del hueso de la parte posterior de la pelvis
(cadera). Estas pruebas son utilizadas, en primer lugar, para el diagnóstico y
clasificación, y se pueden repetir posteriormente para determinar si el
síndrome mielodisplásico está respondiendo al tratamiento o si se está
transformando en una leucemia aguda.
En el procedimiento de aspiración de
médula ósea, el paciente se acuesta sobre una mesa (ya sea sobre su costado o
su estómago). Después de limpiar el área, la piel que se encuentra sobre la
cadera y la superficie del hueso se adormece con un anestésico local, que puede
causar una breve sensación de escozor o ardor. Luego se inserta una aguja
delgada y hueca en el hueso, y se usa una jeringa para aspirar una pequeña
cantidad de médula ósea líquida (aproximadamente una cucharada). Hasta con el
uso de un anestésico, la mayoría de los pacientes experimentan algo de dolor
breve cuando se extrae la médula ósea.
Generalmente se realiza una biopsia de
médula ósea inmediatamente después de la aspiración. Se extrae un pequeño trozo
de hueso y de médula (aproximadamente 1/16 de pulgada de diámetro y 1/2 pulgada
de largo) con una aguja que se hace girar al empujarse en el hueso. La biopsia
también puede causar algo de dolor brevemente. Una vez que se hace la biopsia,
se aplica presión en el sitio para ayudar a prevenir el sangrado.
Un patólogo (un médico especializado
en el diagnóstico de enfermedades mediante pruebas de laboratorio) examina las
muestras de médula ósea con un microscopio. Generalmente un hematólogo (un
médico especializado en el tratamiento médico de enfermedades de la sangre y de
los tejidos que producen sangre) o un oncólogo (un médico
especializado en el tratamiento médico del cáncer) también analiza las
muestras.
Los médicos observarán el tamaño y la forma de las
células y determinan si los glóbulos rojos contienen partículas de hierro o las
otras células contienen gránulos (grupos microscópicos de enzimas y otras
sustancias químicas que ayudan a los glóbulos blancos a combatir las
infecciones). El porcentaje de células medulares que son blastos tiene
particular importancia. Los blastos son células muy primitivas producidas por
las células madre de la médula ósea. Con el tiempo, los blastos se convierten
en células sanguíneas normales cuando maduran. En los síndromes
mielodisplásicos, los blastos no maduran adecuadamente, por lo que pudiera haber
demasiados blastos y pocas células maduras. Para el diagnóstico de un síndrome
mielodisplásico el paciente debe tener menos de 20% de blastos en su médula
ósea. Cuando ésta tiene más de 20% de blastos se considera que el paciente
tiene una leucemia aguda.
Los diferentes tipos de pruebas que se hacen en la
médula ósea ayudan al médico a diagnosticar MDS.
Inmunocitoquímica
Las células de la muestra de la médula ósea son
tratadas con anticuerpos especiales que causan que ciertos tipos de células
cambien de color. El cambio de color se puede ver sólo en el microscopio. Este
estudio es útil para diferenciar los distintos tipos de síndromes
mielodisplásicos o de leucemias entre sí y de otras enfermedades.
Citometría de flujo
Esta técnica a veces se utiliza para examinar las
células de la médula ósea y las muestras de sangre. Es muy útil para
diagnosticar y clasificar el tipo de MDS. También se usa en el diagnóstico de
leucemia y linfoma. Se trata una muestra de células con anticuerpos especiales
y se pasa delante de un rayo láser. Cada anticuerpo se adhiere sólo a ciertos
tipos de células. Si la muestra contiene esas células, el láser hará que emitan
luz. El instrumento detecta la luz y una computadora cuenta las células. No
todos los pacientes requieren esta prueba.
Citogenética
Esta prueba examina los cromosomas dentro de las
células. El ADN de las células humanas está empacado en cromosomas. Cada célula
debe tener 46 cromosomas (23 pares). Los cromosomas anormales son comunes en
MDS. Algunas veces, partes de cromosoma o incluso todo el cromosoma está
ausente. Las células del MDS también pueden tener copias adicionales de todo o
parte de algunos cromosomas. También se pueden presentar translocaciones
cromosómicas (las porciones de cromosomas pueden intercambiar lugares entre
sí).
Los estudios citogenéticos pueden demorar varias
semanas porque las células de la médula ósea necesitan tiempo para crecer en
placas de laboratorio antes de que sus cromosomas estén preparados para ser
observados a través de un microscopio. Los resultados de las pruebas
citogenéticas se escriben en una forma abreviada que describe cuáles cambios en
los cromosomas están presentes: Por ejemplo:
· Un signo de menos (-) o la abreviación “del” se usa
para indicar una eliminación. Por ejemplo, si una copia del cromosoma 7 está
ausente, puede escribirse como -7 o del(7). A menudo, sólo una parte del
cromosoma se ha perdido. Existen dos partes de un cromosoma, llamadas p y q.
Así que la pérdida de la parte q del cromosoma 5 es llamada 5q- o del(5q).
· Un signo de más se usa cuando existe una copia
adicional de todo o parte de un cromosoma. Una adición, +8, por ejemplo,
significa que el cromosoma 8 se ha duplicado, y se encuentran demasiadas copias
de él dentro de la célula.
· La letra t se usa para indicar una
translocación.
Los cambios cromosómicos que se observan comúnmente
en MDS incluyen eliminaciones en los cromosomas 5 y 7 o un cromosoma 8
adicional. Ciertos cambios cromosómicos, como del(5q) (una eliminación de una
parte del cromosoma 5) pueden predecir un mejor resultado (siempre y cuando no
existen otros cambios cromosómicos). Otros cambios, tal como eliminaciones de
cromosomas 7 o cambios en tres o más cromosomas, indican un pronóstico más
desfavorable.
Estudios genéticos moleculares
A través de estos estudios también se pueden
encontrar anomalías cromosómicas y genéticas. Un ejemplo de esto es hibridización
fluorescente in situ (comúnmente llamado FISH). En este estudio, las
secuencias genéticas específicas son marcadas con un tinte fosforescente. Éstas
pueden corresponder a cierta área de un cromosoma o incluso a cierta
translocación. Una ventaja de FISH consiste en que no requiere que las células
se estén dividiendo activamente. Esto permite que el estudio se efectúe con un
poco más de rapidez en comparación con las pruebas citogenéticas. El estudio
FISH es muy útil para encontrar translocaciones (incluso puede encontrar
algunas que pueden ser muy pequeñas como para ser vistas en una prueba
citogenética regular).
La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es
otra prueba genética molecular que se puede usar para detectar anomalías
genéticas específicas.
Los estudios genéticos moleculares no son
necesarios para establecer el diagnóstico en la mayoría de los casos de
síndrome mielodisplásico, pero son útiles en determinar el pronóstico de una
persona.
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Last Medical Review: March 11, 2014 Last Revised: July
20, 2015
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